Marinaleda es un gran referente de como hacer las cosas de otra forma, no como el actual sistema donde la exclusión te desampara al margen de los esfuerzos que hayas hecho para prosperar. No diré que Marinaleda sea un modelo a copiar, pero si a tener muy en cuenta. Como dijo Ortega y Gaset; Yo soy yo y mi circunstancia…y cada uno tiene la suya. No se trata de imitar, sino de tener un punto de referencia, y más, cuando los jóvenes de hoy en dia, intentamos formarnos bajo el tupido velo de la desilusión de que no vamos a poder optar a un buen trabajo, por que en este país no te miden por lo que vales, sino por de quien vienes. Pero no me resignaré a esta trama montada por unos pocos en su propio beneficio. Como bien dice Juan Manuel; – esto tiene que cambiar de abajo arriba-, y nadie tenemos la formula perfecta para hacer las cosas bien, pues no existen las acciones perfectas, solo la ideas lo son. Y si somos lo suficiente humanos, dejando al margen la hipocresía con la que nos compran diciendo cual debe ser nuestra vida, a la que no todos podemos acceder, solo ahí, seremos capaces de elaborar un esbozo donde construir un modo de vivir y prosperar donde quepamos todos, niños, jóvenes adultos y nuestros mayores. -¿ son la utopías solo un material para soñar?- Me niego a pensar eso, las utopías son ideas perfectas, solo hay que tener en cuenta la variable realidad, y ahí ajustar nuestras ideas con nuestros actos. Si adaptamos nuestra vida, a las reglas de un sistema ideado en el beneficio de unos pocos, nunca seremos libres, solo seremos esclavos prestamistas de nuestro tiempo y esfuerzo cegados en la ilusión de un modelo de vida, en el que en la cuneta de nuestro camino está lleno de muertos de hambre, dinero manchado de sangre e ideales que se despidieron de la ética humana por una burbuja individualista en la que nos hipotecamos de por vida. El cambio nunca se impone, se medita y practica.
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