jueves, 13 de diciembre de 2012

CARCELES

Las cárceles hoy en día no cumplen la función que deberían porque ni reinsertan ni dan un tratamiento penitenciario adecuado a los presos; basándome en esta hipótesis voy a recurrir a distintas fuentes de información como puede ser la prensa, Internet, novelas basadas en hechos verídicos, estudios realizados y encuestas, y sobre todo a la legislación para poder comprobar si realmente se está actuando de forma incorrecta judicialmente dentro de las cárceles y si les están dando un trato digno para rehabilitar la conducta desadaptada que tienen los presos.

Me gustaría hablar sobre este tema porque me parece que está muy poco tratado por los medios de comunicación y a la vez estamos muy desinformados y confundidos sobre lo que es y conlleva estar en la cárcel. En mi opinión hay muchas películas que nos la muestran de una forma mitificada pero no nos desvela el real funcionamiento de la misma y por ello me he centrado en este tema.







Eficacia y negligencia del personal

La normativa penitenciaria determina que todo el personal ha de estar integrado en las actividades de tratamiento hacia el preso pero el Reglamento no especifica cómo ni establece unos sistemas de comunicación entre los funcionarios, por ello el rendimiento del personal por lo general es muy bajo, porque no existe una implicación por su parte en la reeducación del preso.

El régimen penitenciario impide una relación personal entre el funcionario y el preso debido a la importancia que se le da al orden y la seguridad. La mayor parte del día, el preso está con un funcionario de vigilancia encargado de abrir y cerrar las puertas, que el preso llega a ver como el responsable de quitarle su libertad y por tanto las relaciones que se puedan crear serán hostiles y no positivas. En muchas ocasiones el funcionario puede llegar a infringir las leyes limitando los derechos de los presos respaldándose en que éstos no tienen a quien acudir ni medios legales para denunciar la incapacidad del personal para ejercer su trabajo de forma competente y adecuada.

El problema suele residir en la formación de dicho personal, que necesitaría unos estudios en actividades terapéuticas para saber el modo apropiado de tratar a un preso (no podemos olvidar que nos encontramos ante individuos con una conducta desadaptada y el fin de la cárcel es la reinserción).

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