miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Porqué Educación Especial?




Es una pregunta que me han hecho muchas personas, otras tantas que si estaba segura de donde me iva a meter, otras que si esa profesión me acabaría quemando y terminaría buscándome otra ocupación. No se si al final de mi vida profesional me habré cansado de ser maestra, solo se, que hoy por hoy es mi sueño.

Nadie me dijo el maravilloso mundo que iba a descubrir en la sonrisa de un alumno. Si, tienes que tener paciencia, tienes que tener vocación, tienes que estar mentalmente preparado para enfrentarte a cualquier situación, pero la magia no está ahí. La magia comienza cuando llega un niño que no sabe los números, y después de semanas de enseñanza, te acaba diciendo"uno" cuando ve el número. La piel se te eriza y te sientes la persona mas completa del mundo, no solo porque hallas conseguido que aprendiese lo que llevas semanas intentando, si no porque has ayudado a esa persona a dar un paso más hacia su autonomía. El orgullo que sientes por esa persona es indescriptible. Es cierto que los cambios son pequeños, lentos y casi inapreciables, pero poco a poco se transforman en grandes cambios.

No es una tarea facil, pero nadie dijo que lo fuese, la vida esta lena de piedras en el camino y sentir que puedo ayudar a estas personas a quitarse sus obstáculos personales me hace sentirme llena.

¿Existen desengaños?, con ellos directamente, ninguno, puedes desengañarte con las familias, o conntigo mismo, los objeticvos planteados.. pero ellos no suelen defraudar.¿y satisfacciones? Satisfacciones todas las que nos podamos imaginar como seres humanos. El cariño, el amor... ellos no conocen el rencor, la envidia...Sin embargo parecería a simple vista que el trabajo tuviera que ser más ingrato que educar a niños digamos que normalizados...Todo lo contrario, porque ellos, cualquier objetivo que otro niño normal, entre comillas, pueda conseguir en un determinado tiempo, ellos quizás necesitan muchísimo tiempo más, pero cuando tú logras ese objetivo con ese niño, aunque sea abotonar una camisa, la satisfacción que sientes es muy grande, porque para él es muy importante. La satisfacción que tu sientes es la que le ves en su cara, la alegría que le ves cuando logra abrocharse un botón.

1 comentario:

  1. Una entrada preciosa Laura. Ojalá todos los que se dedican a esto tuvieran la misma dedicación y la misma entrega.

    ResponderEliminar